El sistema craneosacral está formado por las meninges, cerebro, médula, líquido cefalorraquídeo -que protege el cerebro y la médula-, huesos del cráneo, cara, boca y sacro.
El sistema craneosacral tiene la función de mantener en equilibrio el medio en el que funciona el sistema nervioso central, que influye y es influido por el cuerpo.
Todo está interconectado por las fascias, compuestas de tejido conectivo. Cada hueso, órgano, víscera, arteria y vena está envuelto por este tejido.
Por lo tanto, si hay tensiones en la fascia esto afectará a la globalidad del cuerpo y lo limitará.
El masajista con un suave contacto de manos (presión de 10 gr.) liberará las tensiones que hay en las fascias, y así, ayudará al cuerpo a que ponga en funcionamiento los procesos de curación naturales que posee.